Una de las ventajas de escribir una newsletter que además queda publicada como si fuera un blog es que te obliga a preparar bien lo que estás escribiendo.
La periodicidad es importante porque ayuda a no procrastinar y en el caso de Viaje a Sindesia pensé que un envío cada dos semanas podría estar bien.
No hablo de la procrastinación a la hora de escribir, sino de la necesidad de aprender e investigar más sobre lo que quiero escribir.
El Monstruo del Pánico
Poner fechas límite puede funcionar porque es la única manera de que el Monstruo del Pánico nos pueda ayudar.
Suelo dejar algún vídeo enlazado para dar la oportunidad de profundizar en alguna idea, pero hoy necesito que lo visualices para poder entender lo que quiero transmitir. Recuerda que puedes poner subtítulos en cualquier idioma.
Tim Urban explica con gran sentido del humor una situación dramática en la que la mayoría de personas se pueden identificar.
El Monstruo del Pánico puede solucionar parte del problema, pero siempre lo va a hacer aumentando el estrés de la persona, lo cual no es nada saludable. No debería ser la mejor solución.
Es seguro que conoces al Monstruo del Pánico, pero quizá no te hayas parado a pensar cuándo fue la primera vez que apareció en tu vida. Efectivamente, en algún momento de tu recorrido por el sistema escolar.
El sistema actual necesita de fechas y plazos concretos para examinar y pasar de curso porque de otra manera sería muy difícil que los niños quisieran estudiar tal y como se plantea en la escuela.
Ese monstruo no ayuda a nuestros hijos
Parece que hemos normalizado esta práctica, pero es una prueba más de que el sistema no es efectivo y además produce estrés y preocupación precisamente en el momento en el que la propia personalidad se está formando.
Evitamos hablar del suicidio en niños y adolescentes, pero es un problema real y en un alto porcentaje viene originado por el sistema escolar y la llamada constante al Monstruo del Pánico.
El Oscuro Patio de Juegos en el que según Tim Urban domina el Mono de la Gratificación Instantánea, no debería ser visto como un lugar tenebroso que hay que evitar porque aleja a los niños de las cosas que racionalmente deben hacer.
La “racionalidad” no deja de ser un consenso establecido por la mayoría de adultos, lo cual no quiere decir que sea común para todos.
Si conseguimos que el Mono de la Gratificación Instantánea tenga mejor fama que el Monstruo del Pánico quizá podamos conseguir que los niños de hoy sean adultos que puedan vivir alejados del estrés y la ansiedad.
En el caso de los niños lo que vemos como procrastinación puede ser vista como aprendizaje. Los niños son curiosos por naturaleza y la gratificación instantánea es el propio aprendizaje. Somos los adultos y el propio sistema los que vamos acabando con esa curiosidad natural en el niño.
El ejemplo de la charla de Tim es magnífico. Para describir la procrastinación no habla de estar tirando piedras a un lago durante tres horas, sino de investigar la geografía de la India utilizando Google Earth. Eso es aprendizaje motivado por la curiosidad… no es perder el tiempo, desde luego.
Atención, estar tirando piedras a un lago durante tres horas puede ofrecer más conocimientos de física que todo un curso con un mal profesor y un sistema alentado por la ansiedad provocada por el Monstruo del Pánico.
Ya sé que no es tan fácil como lo planteo, pero intenta pensar que cuando veas a tu hijo o hija “procrastinar” no se encuentra en un lugar oscuro sino todo lo contrario. Está en paz, aprendiendo a su ritmo, siguiendo su curiosidad y lejos del Monstruo del Pánico.
Te espero en la siguiente parada de este viaje a Sindesia.
Dani Sanz