Viaje a Sindesia #9 Aquí hay dragones.
Últimamente empiezo a entender el paso del tiempo como si fuera un mapa antiguo. Hay una gran diferencia entre lo conocido y lo desconocido, y se hace evidente cuando se conoce lo que era desconocido.
Cuando no se sabía qué había más allá de los confines conocidos del planeta en los mapas aparecía la leyenda “aquí hay dragones”, pero no se sorprendían cuando exploraban ese punto y no aparecían los dragones.
Simplemente era una advertencia que hacía saber a los navegantes intrépidos que ese territorio era desconocido.
El mapa del tiempo
Una vez que ya conocimos todos los lugares sin explorar las comunicaciones empezaron a conformar los límites del conocimiento. Si algo pasaba en un continente se tardaba semanas o meses en conocerse en otro continente.
Por otro lado, no es que hubiera cambios demasiado importantes en poco tiempo. Digamos que el concepto de “realidad actual” cambiaba “despacio” y la gente podía estar bastante segura de que los próximos años podrían parecerse a los últimos vividos.
Esto permitía a las viejas generaciones dar consejos de valor a las nuevas, ya que de alguna manera podían predecir el futuro simplemente analizando el pasado.
Sin embargo, jamás volverá a ser así. Nadie puede imaginar ni dar consejos sobre cómo prepararse para dentro de un año y mucho menos para dentro de diez o de veinte.
Más allá de las próximas semanas solo hay dragones, nada más. Puede que haya llegado el momento de dejar de guiar a las nuevas generaciones y simplemente advertirles de que se enfrentan a un territorio inexplorado.
Tranquilidad en la incertidumbre
En juegos como Civilization o Age of Empires el inicio de la partida era una pantalla en negro. A medida que te desplazabas o ampliabas los territorios conocidos se mostraba en el mapa la información.
Era imposible saber si te atacaría una civilización hostil que estuviera agazapada un pixel más allá de tu territorio conocido o si, por el contrario, darías con una mina de oro para financiar tus futuras exploraciones. ¿Hacia dónde dirigías entonces a tu personaje?
La mejor manera de tener éxito en el juego era estar preparado para cualquier cosa que pudiera aparecer en la zona en negro no explorada. El único secreto era ser consciente de la incertidumbre y disfrutar del juego.
He tardado muchos años en darme cuenta de que estamos jugando a ese juego, seguramente porque nuestro sistema nos hace pensar que está todo controlado y que de alguna manera nos podemos preparar para el futuro y lo mismo con nuestros hijos.
Por fin veo a mis hijos como protagonistas dentro de un juego en el que hay un territorio completamente desconocido que representa el futuro. Es difícil ayudarles sin saber qué podrían aprender que les sea de utilidad dentro de diez años, pero está bien así, no pasa nada.
¿Dragones en Sindesia?
Aunque siempre hay habilidades que se pueden trabajar y que pueden ayudar independientemente de cuál sea el futuro, creo que la mayor ventaja para ellos puede ser que sepan que en el futuro hay dragones.
Ser conscientes de que nadie, pero nadie, sabe lo que hay en el “territorio futuro” les puede ayudar a conformar su propia estrategia en el “territorio presente”.
Todos los niños del planeta preguntan para qué les va a servir lo que les obligan a estudiar o memorizar. Mi respuesta es “no lo sé”. Nadie lo sabe.
¿Servirán las matemáticas? Nadie lo sabe.
¿Servirá dominar otros idiomas? ¡Nadie lo sabe!
No evites esa conversación con tus hijos. Ellos tienen que saber que absolutamente nadie puede decirles cómo será el futuro y cómo prepararse para esa incertidumbre. Cuanto antes entiendan eso más fácil será que tomen las riendas a través de sus propias decisiones.
Van a adquirir el resto de habilidades que son valiosas para cualquier futuro, como el pensamiento crítico explicado en el vídeo que te propongo, mucho más rápido si son conscientes de que el mapa está incompleto y que nadie lo va a explorar por ellos.
Te espero en la siguiente parada de este viaje a Sindesia.
Dani Sanz